En esta etapa recorremos 17,5 km entre Soajo y Lindoso, atravesando el río Lima, que marca la transición entre la sierra de Soajo y la sierra Amarela. Esta etapa es particularmente larga, pero puede hacerse en más que un día, pues pasa por varias localidades en donde existen servicios de alojamiento, restauración, entre otros.
A lo largo de la etapa somos testigos de la historia de la producción de energía hidroeléctrica en Portugal y la forma como la construcción de represas marcó profundamente el valle del Lima. Después de pasar el valle, somos una vez más conducidos hacia los caminos de la montaña, donde el paisaje recupera la ruralidad y los elementos naturales vuelven a dominar. Las aldeas de montaña van apareciendo, en mosaico con áreas forestales y agrícolas, vislumbrándose el gran espejo de agua del embalse del Alto Lindoso. Terminamos la caminata en Lindoso, donde nos espera el núcleo histórico integrado por el castillo medieval, crucero, era comunitaria y el conjunto de 67 hórreos.
En esta etapa recorremos 17,5 km entre Soajo y Lindoso, atravesando el río Lima, que marca la transición entre la sierra de Soajo y la sierra Amarela. Esta etapa es particularmente larga, pero puede hacerse en más que un día, pues pasa por varias localidades en donde existen servicios de alojamiento, restauración, entre otros.
A lo largo de la etapa somos testigos de la historia de la producción de energía hidroeléctrica en Portugal y la forma como la construcción de represas marcó profundamente el valle del Lima. Después de pasar el valle, somos una vez más conducidos hacia los caminos de la montaña, donde el paisaje recupera la ruralidad y los elementos naturales vuelven a dominar. Las aldeas de montaña van apareciendo, en mosaico con áreas forestales y agrícolas, vislumbrándose el gran espejo de agua del embalse del Alto Lindoso. Terminamos la caminata en Lindoso, donde nos espera el núcleo histórico integrado por el castillo medieval, crucero, era comunitaria y el conjunto de 67 hórreos.