En la etapa entre Adrão y Mezio convivimos con el aire de la sierra de Soajo, montaña agreste marcada por la imponencia del granito. Sin embargo, el camino nos revela mucho más que el paisaje granítico. Entre valles y oteros surgen los bosques bucólicos, la flora y fauna local, arroyos de agua cristalina, las viejas brandas del ganado… en fin, se revela el otro lado de la montaña. Las tonalidades del paisaje cambian en cada época, alternando entre el verde, el morado y el amarillo en las estaciones más cálidas, el amarillo-rojizo en el otoño y los tonos castaño y grises en el invierno, muchas veces cubiertos por la neblina. En este recorrido conocemos antiguas brandas, como la Branda de Bordença con su núcleo habitacional totalmente desactivado, pero cuyo paisaje ¡retiene nuestra atención! Recorremos antiguas calzadas construidas por generaciones anteriores, dada la necesidad de acceder a la montaña y utilizar sus recursos. Después de recorrer una pequeña área de la Mata do Mezio, terminamos la caminata en la Porta do Mezio, donde nos espera una muestra de todo lo que vimos a lo largo del sendero.
En la etapa entre Adrão y Mezio convivimos con el aire de la sierra de Soajo, montaña agreste marcada por la imponencia del granito. Sin embargo, el camino nos revela mucho más que el paisaje granítico. Entre valles y oteros surgen los bosques bucólicos, la flora y fauna local, arroyos de agua cristalina, las viejas brandas del ganado… en fin, se revela el otro lado de la montaña. Las tonalidades del paisaje cambian en cada época, alternando entre el verde, el morado y el amarillo en las estaciones más cálidas, el amarillo-rojizo en el otoño y los tonos castaño y grises en el invierno, muchas veces cubiertos por la neblina. En este recorrido conocemos antiguas brandas, como la Branda de Bordença con su núcleo habitacional totalmente desactivado, pero cuyo paisaje ¡retiene nuestra atención! Recorremos antiguas calzadas construidas por generaciones anteriores, dada la necesidad de acceder a la montaña y utilizar sus recursos. Después de recorrer una pequeña área de la Mata do Mezio, terminamos la caminata en la Porta do Mezio, donde nos espera una muestra de todo lo que vimos a lo largo del sendero.