Se trata de una ruta accidentada, plagada de pequeños oteros, crestones, escarpas y desfiladeros sobre la penillanura. Se suceden por la zona, alcornoques, robles, pinos negrales y castaños, excelentes productores de fruto y madera y muy comunes en toda la sierra. La zona de Quinta da Relva constituye un interesante ejemplo de integración de especies autóctonas y ornamentales exóticas, dehesas con pastos naturales y setos dispuestos contra la acción del viento. Se llega, a continuación, a Quinta da Lameira, cuyas fuentes y tanques de albañilería, mármoles y azulejos sirven de marcado a un edificio del siglo XVIII.
Se trata de una ruta accidentada, plagada de pequeños oteros, crestones, escarpas y desfiladeros sobre la penillanura. Se suceden por la zona, alcornoques, robles, pinos negrales y castaños, excelentes productores de fruto y madera y muy comunes en toda la sierra. La zona de Quinta da Relva constituye un interesante ejemplo de integración de especies autóctonas y ornamentales exóticas, dehesas con pastos naturales y setos dispuestos contra la acción del viento. Se llega, a continuación, a Quinta da Lameira, cuyas fuentes y tanques de albañilería, mármoles y azulejos sirven de marcado a un edificio del siglo XVIII.