Tras haber dejado atrás el caserío de Esperança proseguimos hacia Hortas de Cima, en donde el recorrido discurre por una zona de transición entre las formas suaves y onduladas de la penillanura y un accidentado sube y baja que se extiende hasta el peñascal de la Sierra de São Mamede. Seguimos hasta la antigua frontera del Marco, en donde el arroyo de Abrilongo divide los dos países. Nuestro camino prosigue entre dehesas que albergan a los alcornoques de mayor porte de la región. Bajamos ahora a Hortas de Baixo camino de terrenos más llanos. Subimos hasta Lapa dos Gaviões, en donde podremos pararnos a observar sus pinturas ruprestres.
Tras haber dejado atrás el caserío de Esperança proseguimos hacia Hortas de Cima, en donde el recorrido discurre por una zona de transición entre las formas suaves y onduladas de la penillanura y un accidentado sube y baja que se extiende hasta el peñascal de la Sierra de São Mamede. Seguimos hasta la antigua frontera del Marco, en donde el arroyo de Abrilongo divide los dos países. Nuestro camino prosigue entre dehesas que albergan a los alcornoques de mayor porte de la región. Bajamos ahora a Hortas de Baixo camino de terrenos más llanos. Subimos hasta Lapa dos Gaviões, en donde podremos pararnos a observar sus pinturas ruprestres.