La montaña más alta de Portugal, con 2351 m, es el tercer mayor volcán del océano Atlántico y constituye un símbolo en el paisaje de la isla de Pico. El ascenso a la cima de la montaña comienza a 1250 metros encima del nivel del mar, en la Casa de la Montaña, donde se realizan los registros y se pasa el control, de conformidad con la legislación vigente. La caminata hasta la cima del volcán es agotadora, ya que implica un desnivel de 1100 m, pero se ve compensada por las fantásticas vistas panorámicas que se disfrutan desde la cima de la montaña. Cabe mencionar que, en días de buena visibilidad, se divisan todas las islas del Grupo Central de las Azores.
La montaña más alta de Portugal, con 2351 m, es el tercer mayor volcán del océano Atlántico y constituye un símbolo en el paisaje de la isla de Pico. El ascenso a la cima de la montaña comienza a 1250 metros encima del nivel del mar, en la Casa de la Montaña, donde se realizan los registros y se pasa el control, de conformidad con la legislación vigente. La caminata hasta la cima del volcán es agotadora, ya que implica un desnivel de 1100 m, pero se ve compensada por las fantásticas vistas panorámicas que se disfrutan desde la cima de la montaña. Cabe mencionar que, en días de buena visibilidad, se divisan todas las islas del Grupo Central de las Azores.