Un territorio de viñedos centenarios, de saberes ancestrales, con paisajes inmensos y un pueblo blanco de nombre y casas blancas que desciende suavemente por una colina. Los campos alrededor de Vila Alva apenas tienen viñedos. En el paisaje destacan la dehesa, el olivar y los campos amarillos de cereales en verano. Y también un mar inmenso que se pierde de vista en el lago de Albergaria dos Fusos, en donde el agua contrasta con las serranías del horizonte.
Un territorio de viñedos centenarios, de saberes ancestrales, con paisajes inmensos y un pueblo blanco de nombre y casas blancas que desciende suavemente por una colina. Los campos alrededor de Vila Alva apenas tienen viñedos. En el paisaje destacan la dehesa, el olivar y los campos amarillos de cereales en verano. Y también un mar inmenso que se pierde de vista en el lago de Albergaria dos Fusos, en donde el agua contrasta con las serranías del horizonte.