El sendero entre Ermida y Germil se desarrolla en la vertiente oeste de la sierra Amarela, en ambiente de montaña. Exceptuándose los servicios existentes en estas localidades, no existen otros apoyos a lo largo de la etapa. Avituállese antes de partir.
Saliendo del Mirador de Ermida, desde donde se observa el magnífico paisaje del valle del río Froufe, iniciamos camino en dirección al puente de Carcerelha, un arroyo de montaña, de valle profundo y lagunas cristalinas, muy frecuentado por los practicantes de barranquismo y por las aves de rapiña. Entramos después en un sendero empinado para hacer la ascensión a la cumbre de la Giadela, donde la etapa atinge su cota más elevada (704 m). En la margen izquierda del Río Germil puede verse el Foso del Lobo de Germil, que los antepasados utilizaban para perseguir, acorralar y cazar a los lobos. Por fin, atravesamos el arroyo de Chão da Ponte y rápidamente llegamos a Germil, un núcleo rural encuadrado en una magnífica composición de cultivo en bancales.
El sendero entre Ermida y Germil se desarrolla en la vertiente oeste de la sierra Amarela, en ambiente de montaña. Exceptuándose los servicios existentes en estas localidades, no existen otros apoyos a lo largo de la etapa. Avituállese antes de partir.
Saliendo del Mirador de Ermida, desde donde se observa el magnífico paisaje del valle del río Froufe, iniciamos camino en dirección al puente de Carcerelha, un arroyo de montaña, de valle profundo y lagunas cristalinas, muy frecuentado por los practicantes de barranquismo y por las aves de rapiña. Entramos después en un sendero empinado para hacer la ascensión a la cumbre de la Giadela, donde la etapa atinge su cota más elevada (704 m). En la margen izquierda del Río Germil puede verse el Foso del Lobo de Germil, que los antepasados utilizaban para perseguir, acorralar y cazar a los lobos. Por fin, atravesamos el arroyo de Chão da Ponte y rápidamente llegamos a Germil, un núcleo rural encuadrado en una magnífica composición de cultivo en bancales.