Al comienzo de la ruta, nos deparamos con la Necrópolis de Boa Morte, lo que nos advierte de la riqueza arqueológica del entorno. A la entrada de la presa del pantano tomamos un desvío para visitar un molino de agua y un «chafurdão» o chafurda (una suerte de choza circular). Al cruzar la presa, cerca de la carretera, encontramos una sepultura antropomórfica bien conservada. Proseguimos por la orilla hasta un observatorio. Seguimos después en dirección a un robledal salpicado por afloramientos graníticos La última parte termina en un segundo observatorio, en el cual aprovechamos para despedirnos del pantano y de su avifauna.
Al comienzo de la ruta, nos deparamos con la Necrópolis de Boa Morte, lo que nos advierte de la riqueza arqueológica del entorno. A la entrada de la presa del pantano tomamos un desvío para visitar un molino de agua y un «chafurdão» o chafurda (una suerte de choza circular). Al cruzar la presa, cerca de la carretera, encontramos una sepultura antropomórfica bien conservada. Proseguimos por la orilla hasta un observatorio. Seguimos después en dirección a un robledal salpicado por afloramientos graníticos La última parte termina en un segundo observatorio, en el cual aprovechamos para despedirnos del pantano y de su avifauna.