Observamos, por el camino, las envejecidas casas de una localidad cuyo sustento principal era la agricultura y el pastoreo de vacas y cabras y que hoy se encuentra prácticamente deshabitada. Discurriendo entre eucaliptos, bajamos por un sendero hasta las Barreiras do Tejo. Una vez que alcanzamos la orilla del río nos encontramos con un pequeño embarcadero y un área de descanso desde donde se obtiene una buena perspectiva del encajonado valle del río. Se pueden avistar aquí aves como la garza real o el cormorán. Empieza la subida hasta llegar al punto más alto, en una era.
Observamos, por el camino, las envejecidas casas de una localidad cuyo sustento principal era la agricultura y el pastoreo de vacas y cabras y que hoy se encuentra prácticamente deshabitada. Discurriendo entre eucaliptos, bajamos por un sendero hasta las Barreiras do Tejo. Una vez que alcanzamos la orilla del río nos encontramos con un pequeño embarcadero y un área de descanso desde donde se obtiene una buena perspectiva del encajonado valle del río. Se pueden avistar aquí aves como la garza real o el cormorán. Empieza la subida hasta llegar al punto más alto, en una era.